De un brusco tirón sacó su maleta del coche y como cada verano, sonrió al ver aquel idílico paraje que desde niña tanto le gustaba.
Abrió la puerta del pequeño ático y respiró profundamente el olor marino de su ambiente. Desde hacía algunos años, tomaba prestado el apartamento de sus padres durante un fin de semana,para disfrutar de la tranquilidad de su lugar favorito. (más…)