«Vamos Nala», dijo el joven al tiempo que daba un suave tirón a la correa del animal. Era una hembra de Alaskan Malamute preciosa, de muy buen carácter, pero con las ideas muy claras.
En esta ocasión, el dueño pretendía evitar a una joven que estaba sentada en un banco con un ejemplar de Labrador Retriever, pero su perrita ya había decidido acercarse a saludar. (más…)